Los restos de un antiguo naufragio emergen de la arena, un centenar de metros más allá del desvío de las olas. La Costa de los Esqueletos, conocida como «Skelettküste» en alemán, se extiende a lo largo de 500 kilómetros entre Namibia y Angola, con el frío y turbulento océano Atlántico a un lado, y el vasto y árido desierto del Namib al otro. El nombre de la costa deriva de los huesos de las ballenas y de las focas que antiguamente los barcos de la industria ballenera esparcían por el litoral, aunque las playas también están llenas de restos esqueléticos de embarcaciones.
La combinación de las feroces corrientes marinas, la densa niebla costera y las traicioneras aguas ha provocado numerosos naufragios en estas costas a lo largo de los siglos. Los marineros portugueses se referían a ello como “las puertas del infierno”. Actualmente, la costa contiene restos de más de un millar de barcos, que son un testimonio de la enorme fuerza del agua.
“ Actualmente, unos 50.000 barcos mercantes navegan por el mundo
— Cámara Naviera Internacional (ICS)