Una Una niña hace la colada en la orilla del Nam Ou. Unos meandros más arriba, un chico tira la red tratando de atrapar algún pez entre las rocas. El Nam Ou, literalmente, "río cuenco de arroz", es uno de los ríos más importantes de Laos y soporta buena parte del cultivo de arroz del país. Nace cerca de la frontera con China y tiene una longitud de 448 km. Junto con el Mekong, es el único canal natural de la región apto para el transporte de barcos de gran calado. Varias comunidades rurales están instaladas en la orilla y dependen de sus recursos para sobrevivir, pero los proyectos hidroeléctricos que se están desarrollando en la región suponen un impacto negativo para los ecosistemas y las tierras circundantes y, poco a poco, muchas familias de estas comunidades se ven forzadas a emigrar a las ciudades y empezar de nuevo. Sólo un tercio de los ríos del mundo permanecen inalterados y fluyen libres, sobre todo en las regiones árticos o en las cuencas del río Amazonas y del Congo.
“ En algunas comunidades rurales,
la pesca representa el 90% de la ingesta de proteínas animales
— Organización de les Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
La pesca y la pobreza rural están inexorablemente unidas. El libre acceso a los recursos pesqueros hace que un gran número de personas se dediquen a la pesca como ocupación de último recurso al deteriorar la situación en otros sectores, como la agricultura. Por eso los pescadores y sus familias son a menudo considerados los más pobres entre los pobres. Desgraciadamente, la presión de la actividad humana sobre los ecosistemas acuáticos, la destrucción de los hábitats, la contaminación o la explotación excesiva, disminuyen la contribución del sector pesquero como medio de subsistencia y refuerzan los ciclos de pobreza al que se ven expuestos millones de comunidades rurales en todo el mundo, que dependen de la pesca para sobrevivir.