Una barca navega por las aguas tranquilas del mar d’Andaman (Tailandia)
Los mares y océanos contienen el 96,5% del agua del planeta y cubren el 71% de su superficie. Estas grandes masas de agua desempeñan una serie de funciones imprescindibles en la regulación del clima y de los fenómenos meteorológicos que hacen de la Tierra un planeta habitable.
Por un lado, actúan como reguladores térmicos globales, absorbiendo alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por las actividades humanas, amortiguando los impactos del calentamiento global y manteniendo las temperaturas en el equilibrio necesario. También juegan un importante papel en la circulación atmosférica y la formación de patrones climáticos. Los océanos son la principal fuente de evaporación de agua, originando la formación de nubes y la precipitación posterior, que abastece de agua dulce a la superficie terrestre. Por otra parte, intervienen en el ciclo de nutrientes al absorber, transportar y reciclar elementos esenciales como el nitrógeno o el fósforo. La lluvia, gran parte de los alimentos que consumimos o el oxígeno que respiramos, los proporcionan y regulan los mares.
“ Los océanos producen el 50% del oxígeno del planeta
a través de la fotosíntesis del fitoplancton y de las algas marinas
— Naciones Unidas