Una jirafa se asoma por encima de los árboles en el delta del Okavango (Botswana)
Formado por una red intrincada de canales y lagos, en una de las áreas más vastas de naturaleza del continente africano, el delta del Okavango es el mayor delta del mundo. Descrito como el "río que nunca encuentra el mar", puesto que no desemboca en el océano, sino en el desierto del Kalahari, ocupa una extensión de más de 15.000 kilómetros cuadrados. El territorio está lleno de llanuras inundadas y acoge a más de 1300 especies de plantas, 71 de peces, 64 de reptiles, 482 de aves y 122 de mamíferos. Durante la temporada de lluvias, muchos animales grandes migran a la periferia para aprovechar la abundante hierba que le rodea. En invierno, a medida que el pastoreo en esta tierra comienza a disminuir, los animales vuelven al delta. Pese a su importancia, el territorio se enfrenta a amenazas, como la extracción de agua, la caza furtiva o la degradación del hábitat.
“ El 2014, el delta del Okavango fue declarado Patrimonio de la Humanidad
— UNESCO
El agua de los ríos, lagos, embalses y humedales constituye sólo el 0,49% del agua dulce superficial del planeta, pero juega un papel fundamental en sustentar el desarrollo de muchos ecosistemas y comunidades. Los ríos son transportadores de nutrientes para los suelos, proporcionan la humedad al ambiente para la formación de biomas y alimentan las reservas naturales de agua como los lagos y las marismas, entre otras muchas contribuciones que hacen posible la dinámica de la vida sobre el planeta.
En función del clima y de la zona donde se encuentran, es posible distinguir ocho tipos diferentes de biomas, los cuales albergan comunidades y especies con comportamientos similares. Estos son: el bosque mediterráneo, la tundra, la selva tropical, el desierto, el bosque templado, la sabana, el pastizal y la taiga.
