Lago Ness (Escocia)
La vegetación crece, frondosa y exuberante, a orillas del lago Ness. El agua y el clima no son simples sistemas inertes aislados de un contexto, sino que son los dos principales factores que gobiernan los ecosistemas. La evaporación y la condensación del agua en la atmósfera es un proceso fundamental en la formación de patrones climáticos y la distribución de lluvia.
En Escocia, el clima proporciona inviernos fríos, veranos no muy cálidos, escasa oscilación de las temperaturas y abundantes precipitaciones. Algunas regiones escocesas, como las Highlands, tienen rasgos de clima subpolar, puesto que el verano es extraordinariamente breve. La geografía montañosa y los vientos dominantes procedentes del Atlántico hacen de las Highlands una de las zonas más ventosas y húmedas de Europa. En este territorio, el agua es muy abundante y configura paisajes de cascadas y majestuosos lagos, ríos turbulentos, bosques frondosos y extensos prados verdes.